El protocolo IP de Internet se basa en una entrega no fiable, así, un paquete IP puede ser legalmente descartado en cualquier momento, sin ninguna notificación al remitente o al receptor. No se garantiza la entrega de ningún paquete en particular. En su lugar, la accesibilidad de la red adopta una forma estadística: hay una buena probabilidad de que un paquete sea entregado, y si se transmite un grupo de paquetes, la mayoría de ellos debería llegar a sus destinos.
La entrega no fiable ha hecho de Internet una red tolerante a fallos, pero ha creado tantos problemas como los que ha resuelto.
El protocolo TCP garantiza la entrega de los datos, pero no garantiza el tiempo que tardará la entrega.