Compartir en redes sociales imágenes e información de los hijos, documentando y exhibiendo de manera constante y abusiva la evolución de los hijos por parte de los padres. Tal sobreexposición crea una huella digital imposible de borrar, que les puede afectar en sus vidas futuras, provocando problemas, tanto a su autoconfianza como a la aparición de fraudes, extorsión o ciberacoso.
Es un neologismo compuesto por "share" (compartir) y "parenting" (crianza o ser padres).