Innovaciones tecnológicas que mejoran los productos o servicios de manera inesperada y cambian tanto la forma en que se hacen las cosas como el mercado desplazando a una tecnología establecida. Buscan una progresiva consolidación en el mercado mediante un producto innovador que puede llegar a crear una industria completamente nueva, obligando a las demás empresas a modificar su negocio a riesgo de desaparecer. Las innovaciones tecnologías disruptivas son, en su inicio, de bajas prestaciones y se dirigen a aquellos consumidores menos exigentes y con un poder adquisitivo menor, pero consiguen hacerse con una mayor cuota del mercado.
Clayton M. Christensen acuñó el término en 1997. Distingue dos categorías de tecnología: la sostenible o de mantenimiento y la disruptiva. La tecnología de mantenimiento se basa en mejoras incrementales sobre una tecnología ya establecida. La tecnología disruptiva carece de refinamiento, a menudo tiene problemas de rendimiento porque es nueva, atrae a una audiencia limitada y puede que todavía no tenga una aplicación práctica probada.
