crowdsourcing
Las cinco reglas del crowdsourcing
- La multitud está dispersa. La tarea que se les proponga debe reconocer esta característica y permitirles trabajar o aportar valor desde el lugar en que estén, con los adecuados mecanismos de comunicación.
- La multitud presta atención sólo a ratitos. En su mayoría, son personas que se dedican a otras cosas y entregan a su hobby o afición momentos restringidos en horas de asueto o en fines de semana. Las tareas, por tanto, deben subdividirse en microporciones que puedan ser realizadas en esos momentos.
- La multitud está llena de especialistas. En cualquier tema es posible encontrar aficionados que hacen de ello una pasión, cuyo trabajo rivaliza con el mejor de los profesionales, y que pueden ser encontrados, coordinados y estimulados para producir un gran valor.
- La multitud produce sobre todo basura. Aunque los procedimientos actuales permiten obtener valor de lo producido por la multitud, no quiere decir que se incremente la cantidad de talento producido, sólo que éste pasa a ser más fácil de localizar. Si pides colaboración a la multitud, lo obtenido será mayoritariamente no utilizable. Tu trabajo, por tanto, será identificar de ese contenido aquel que vale la pena.
- La multitud es capaz de encontrar lo mejor. Miles o millones de ojos ven siempre muchísimo más que unos pocos, algo que funciona maravillosamente bien a la hora de localizar los mejores contenidos o identificar errores que precisan corrección.
- crowdfundingcolecta, suscripción popular, micromecenazgo, demofinanciación