Entidades financieras o personas individuales cuyo objeto principal consiste en la toma de participaciones temporales en el capital de empresas no financieras y de naturaleza no inmobiliaria. El inversor de riesgo busca tomar participación en empresas que pertenezcan a sectores dinámicos de la economía, de los que se espera que tengan un crecimiento superior a la media. Han sido una parte importante en el desarrollo de las empresas vinculadas a Internet y las nuevas tecnologías. Y han sufrido pérdidas por los efectos especulativos, al apostar a que el crecimiento y el éxito de estas empresas se viera rápidamente recompensado por subidas en las cotizaciones de sus títulos.