Técnica de ocultación de la dirección IP para dificultar el rastro de un ataque o simplemente de la navegación. Se realiza mediante la apertura de un puerto en un sistema, que hace de puente entre el origen (el atacante) y el destino (la víctima). Todo lo que el atacante envía a dicho puerto es rebotado al sistema de la víctima y viceversa, de forma que todo lo que recibe el sistema atacado proviene de la IP donde se ha instalado el rebote de puerto, quedando oculta la dirección del agresor.