Manifiesto Hacker

Loyd Blankenship. The Mentor
8 de enero de 1986


La Conciencia de un Hacker

Hoy han cogido a otro,
aparece en todos los periódicos.
"Joven arrestado por delito informático",
"Hacker arrestado por irrumpir en un sistema bancario"
Malditos crios. Son todos iguales.

¿Pero pueden, con su psicología barata y su cerebro de los años cincuenta, siquiera echar un vistazo a lo que hay detrás de los ojos de un hacker?
¿Se han parado alguna vez a pensar qué es lo que les hace comportarse así, qué les ha convertido en lo que son?
Soy un hacker, entra en mi mundo...
Mi mundo comienza en el colegio...
Soy más listo que el resto de mis compañeros, lo que enseñan me parece muy aburrido...
Malditos profesores. Son todos iguales.

Puedo estar en el colegio o un instituto.
He oído a los profesores explicar cientos de veces cómo se reducen las fracciones.
Todo eso ya lo entiendo.
"No, Sra. Smith, no le puedo mostrar mi trabajo. Lo tengo guardado en la cabeza".
Malditos crios. Seguro que lo ha copiado. Todos son iguales.

Hoy he descubierto algo.
Encontré una computadora.
Un momento, esto mola. Hace lo que quiero que haga. Si comete errores, es porque yo le he dicho que lo haga.
No porque no le guste...
O me tenga miedo...
O piense que soy un listillo...
O no le guste ni enseñar ni estar aquí.
Malditos crios. A todo lo que se dedican es a jugar. Son todos iguales.

Y entonces ocurre algo...
se abre una puerta a un nuevo mundo...
todo a través de la línea telefónica, como la heroína a través de las venas de un adicto, se envía un pulso electrónico, buscaba un refugio ante las incompetencias de todos los días...
y me encuentro con un teclado.
"Es esto... aquí pertenezco..."
Conozco a todo mundo...
aunque nunca me haya cruzado con ellos, les dirigiese la palabra o escuchase su voz...
los conozco a todos...
Malditos crios. Ya están enganchados otra vez al teléfono. Son todos iguales...

Puedes apostar lo quieras a que son todos iguales...
les das la mano y se toman el brazo...
y se quejan de que se lo damos todo tan masticado que cuando lo reciben ya ni siquiera tiene sabor.
O nos gobiernan los sádicos o nos ignoran los apáticos.
Aquellos que tienen algo que enseñar buscan desesperadamente alumnos que quieran aprender, pero es como encontrar una aguja en un pajar.

Este es nuestro mundo...
el mundo de los electrones y los interruptores, la belleza del baudio.
Utilizamos un servicio ya existente, sin pagar por eso que podría haber sido más barato si no fuese por esos especuladores,
y nos llamáis delincuentes.
Nosotros exploramos ...
y nos llamáis delincuentes.
Buscamos ampliar nuestros conocimientos...
y nos llamáis delincuentes.
No diferenciamos el color de la piel, ni la nacionalidad, ni la religión...
y vosotros nos llamáis delincuentes.
Construís bombas atómicas, hacéis la guerra, asesináis, estafáis y nos mentís tratando de hacernos creer que sois buenos,
y aún nos tratáis de delincuentes.

Si, soy un delincuente.
Mi delito es la curiosidad.
Mi delito es el juzgar a las personas por lo que dicen y piensan,
no por lo que aparentan.
Mi delito es ser más inteligente que vosotros, algo que nunca me perdonaréis.

Soy un hacker, y este es mi manifiesto.
Podéis eliminar a algunos de nosotros, pero no a todos...
después de todo, todos somos iguales.


Documento original obtenido en: http://www.internautas.org/documentos/mani_hack.asp (enlace roto)
tugurium
Recopilado por: José-Luis Prieto